Saber de ti me reventó el pecho
en melancolía
voz antigua
presencia antigua
que al modo de sí misma
jamás se fue.
¿Se puede explicar sin mentir
-sin mentir más-
la dirección de un silencio?
No hay mapas en la huida
ni en mí un hombre.
Cómo habré de llamarte
si tú distinta
si tú tan fiel
a la palabra dada.
Entre un piano y un saxo
se abrió una lengua
tierra de ocres
de trenes circulares
que han perdido su magia.
Podré temblar
mirar de reojo tus cartas
pero no sé
cómo decir tu nombre.
Julio
8 comentarios:
Guau... precioso poema Julio.
"Podré temblar mirar de reojo tus cartas pero no sé cómo decir tu nombre".
¡Qué dulce melancolía!
Un beso.
Es hermoso como escribís
Veo que tus poemas últimamente están llenos de melancolía y nostalgia. Puede que el verano te traiga recuerdos de otros momentos vividos con más intensidad, pero todo tiene su "momento".
Me gusta mucho como escribes.
Besos
Melancolía en la música del alma regada con jazz en un piano-bar.
Asoma al alma ese recuerdo. Quedó muy hondo cobijado.
!Ya estoy aquíiiiiiiiiiiiii!!!
Abrazos
Gracias Carmen, melancolía es la palabra, no tan dulce como quisiera. Un beso fuerte, nos vemos pronto en Candás. Besitos.
Julio
Sinda, mi querida Sinda, la hermosura cuántas veces está en los ojos del lector. Muchas gracias, mañana nos vemos. Un besazo.
Julio
Candi, sí que hay momentos, pero éste es recalcitrante, vuelve y vuelve y vuelve, como todo lo que un día se nos escapó de las manos, lo que pudo haber sido y no fue. Gracias por estar, un beso muy fuerte.
Julio
Esme, mi salmantina prefe: Creí que te había secuestrado Candi o Jesús y que ya no te acordarías del camino de vuelta. Me alegro de saberte por estos lares. El sábado nos vemos.
Besazo.
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