Ya no es ojo la añoranza que mira
ni temblor el zumo que te nombra.
Doy en vértigo porque despierto
azotado por la lluvia.
Si hubo calor, sorpresa,
un algo juntos, un poco nuestro,
el hacha terminal cosió la boca
(piel que te sobra
-odio mío-
en este desgaste atroz de la memoria)
Podría pasar de largo,
no llegar nunca sin un manojo
de lápidas;
decir, la ternura que te dobla
no son mis manos y otros son los labios,
pero me mata el ruido
(vengativas colmenas
zumban en el reloj)
Podría manejar a ciegas el laberinto
calcular el rostro
que tendrás al fin del siglo.
Es tan evidente nostalgia de ararte,
de hundir, fecundar:
¡oh, antiguas cosechas!
que proclamo inservible
cuanto nace en la sangre
y no cunde.
Julio Obeso González
6 comentarios:
Julio: Se puede decir de un poema que es "obra maestra", pues eso.
Tengo la impresión que reúne los elementos necesarios que lo perfilan y alzan, las esencias que lo aroman, la voz que buscas y aquí hayas. Escribe, pues eso, así.
Al fin has vuelto!
Se te echaba de menos.
Poema herrumbroso y polvoriento.
Auqnue que no lo pareca.
El moho del tiempo avanza!
Antiguas cosechas dificilmente florecen. Abonemos día a día; el barbecho es signo de que la simiente ha dado ya su fruto.
Buen poema, como todo lo que haces,
Julito nuestro...Bienvenido a estos lares de nuevo.
Los vértigos de la sangre
en la herida ensanchada
enrojecen la noche: hervir
para sanar, ¿es posible?
huesos pulidos acallan
al corte con la piedra de afilar
una vida que parece un bosque.
Talar la noche
tallar la noche
tachar la noche
y sin luz beber el oscuro día.
Acaso
este tendón que cuelga
escribe renglones de signos
indescifrables.
Pero hacer nudo con él,
ahogar la imposibilidad
del salto
o la música,
eso, amada, jamás.
Si he de morir,
sea con un caudal de asedios
y fracasos
sea, vida mía,
perdiéndome
entre tus muslos cerrados.
Querido Julius: Es ese poema tuyo un logro que deviene en poesía. Ese alcance de la reiteración y el apropiamiento de lo mejor de tu rescritura y sus canales. Va bueno, compa. Va bueno.
Un abrazo, Poeta.
Víktor
Poema excelente, de esos que te dejan un regocijo que deviene en sacudón.
Un beso.
Mónica
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