Este mundo que traicionó
a los locos
dándoles título:
-Mecánicos de sombras-,
para alquilar sus bajos
o la densa realidad
que nos hunde,
hoy se desnuda de cancelas.
Como todo mundo histérico
los espabila y grita:
¡Ya sois libres!;
para que dóciles, dulcemente,
remuevan en sus paellas celestes
el arroz que tanto se parece
a la misericordia del Ganges
y los muslos de las aves,
que nunca supieron volar.
Julio Obeso González
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