desnuda el alma
sólo lo clandestino
dar la espalda
nada cicatriza
¿no puede el helio
con la niña?
¡por dios!
¡por alguien!
¿nunca sabrá entonces
la escuela del otro lado
la música?
será la primera
sombra mártir
ante la indiferencia
Son estas horas, cuando las cosas de la vida ya están hechas o aparcadas, las del encuentro. Una lectura, un piano, la imagen deseada, un sueño sin laberintos. Alrededor de la media noche, Thelonious Monk lo intuyó, somos seres auténticos, sin guardia. Baja una niebla lechosa y el aullido voltea el tiempo: Llega la noche..