el naufragio

enfocó el amor y vio sus pechos
se le ponían bizcas las manos
como inclinadas o tercas
y les decía: templadas volutas
tetas pesebres o manantiales
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al amanecer en múltiplo de dos
supo cuánto la amaba
porque veía en ellas caracolas
y creía escuchar el vaivén
los relinchos de caballitos nata
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escribió un mensaje su deseo naufrago:
"nunca vengan a buscarme"
y aún la abrazó con más fuerza

Julio Obeso González

lullaby

A Bill Evans- Poema Nº 3 de "Jazz para poetas"

con gafas de concha

y la piel tan blanca

que confunde al piano

oliendo un rastro

¿a qué banda se fue Scott Lafaro?

oh innecesaria melodía

nuca a la que no llegan oraciones

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después del público

las sustancias que iluminan cervicales

son cenizas

y de hollines interpretas

un humo por la comisura

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siempre lejos

atleta contra tu cuerpo

jorobado melómano

¿tristeza o blues?

qué más da sino arden

o se nutren de ausencia

enganchada a los pulmones

manos que no necesitan más dolor

traición/ ideología

...................................

volverá la locura a su rango

al enjambre psicótico de la música

lullaby de qué cuna

si todas están vacías

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de ti sí que supe

y por lo tanto yaces

solo que tu alma pasea

por cuarenta discos

...................escucho

y así me olvido de llevar flores

te retengo íntimo

Bill Evans

Julio Obeso González

la protesta de los mediocres

era cuando la poesía contaba
y las palabras compartían
lo hipnótico del desdén
bajaban a la calle
con los instintos cumplidos
su obesidad tras pancartas
con lemas caprichosos:
"ámame por encima de lo que soy"
...............0
"si estás herida sangra conmigo"
y sólo por esa vez
-quizá la primera-
retornaban a sus hogares
llenos los bolsillos de la luz
que nos vuelve humanos

Julio Obeso González