domingo, 29 de marzo de 2009

Credenciales



El buitre se espanta por el ruido de la cámara, sin llegar a perder de vista a la presa que madura rápidamente.
El animal está sin fuerza, con su mano de animal intenta un gesto pero no puede.
El fotógrafo piensa en el hallazgo como un golpe de fortuna.
El buitre también.
El animal no sabe distinguir esos signos, porque nunca tuvo. Espera del día una sombra amable.
El reportero está calculando la luz.
El buitre se la sabe de memoria. Los ciclos abren un surco en la presencia, un gen que se porta.
-“Si abriera un poco las alas…”-
-“Si abro un poco las alas…”-
-“Si abre las alas, vendrá”-
El animal aún respira. Su madre está veinte pasos más allá, a los mismos que el fotógrafo; a veinte saltos el buitre.
La escena dura lo suficiente como para que se cree una relación entre ellos. Un triángulo de afinidades.
La tierra suda, pero no interpreta un papel relevante.
El aire está de paso.
El animal está quieto por el hambre, sin solución, inmóvil. El buitre tiene hambre y quiere tomar medidas, se balancea. El fotógrafo siente vacío, busca un ángulo: “Si abriera las alas”.
Los tres en el mismo plano. Dos juegan sus bazas.
La foto será premiada.
El fotógrafo busca un paraje conocido. Se suicida.
El buitre muere dos años después.
Puede que el animal les regalase ese tiempo.

sábado, 21 de marzo de 2009

Simetría



Un niño.
Un niño que juega.
Un niño que juega a ser bombero.
Un niño que juega a ser bombero
y quema su alias: Es hombre.
Es hombre: Un niño que juega a ser bombero
y quema su alias.
Un niño que juega a ser bombero.
Un niño que juega.
Un niño.


Julio Obeso González

Adelgazar a un hombre



Las dos mitades de un hombre
qué espacios ocupan:
¿Uno alto en los cielos
y otro en la tierra,
siempre debajo de la tierra?
Cuánto más puede partirse:
¿En cuartos, en onzas,
en micras sólo patentes
a escala atómica?
¿Un doceavo de hombre
tendrá sueños enteros,
amará totalmente,
precisará dos metros cúbicos
de aire cada día?
Y al fin, rebajado a lo esencial,
cuando sea un hombre indivisible,
un concentrado único con trazas
de silencio, amor, lágrimas, ternura,
golpe, viaje, valentía, costumbre,
odio, consciencia, comprensión,
piel encendida;
al mirarse al espejo:
¿Se reconocerá sin lo que le sobra?
Julio Obeso González

martes, 10 de marzo de 2009

Latencia


No depende ni de ti ni de mi
aunque sería hermoso.
De momento estamos blindados
ante la culpa
porque evitar el amor
ha de ser delito,
pero aún no nos conocemos.
¿Cómo me imaginas?
Creo que tus límites alojan cada árbol
que un día me habló,
todas las noches que sonreí la piedad
de una tibieza dedicada,
aquellos colores indecibles
como la altísima melancolía
del deseo incumplido.
No es tuya ni mía la inconsciencia
de celebrar en secreto lo posible
y me hago transparente
y te haces líquida
en la fórmula pactada
de beber la misma agua.

Julio Obeso González

lunes, 9 de marzo de 2009

Ipso Facto


Miras en el espejo la cara que ya no es tuya y aún así, esperas que te hable. Ves un hambriento cordón umbilical convulsionando en el vacío, al modo de las serpientes heridas que buscan aire donde saben que lo hay, pero no está en esa hora. Te das de bruces con él y contra el suelo. Eres mármol mientras se extiende la tristeza de la carne muda y los labios toman la textura de las nueces.
El espejo ya no es relevante porque mira a la pared y tú a la alfombra, frente contra frente, intentando un imposible mentalismo. No hay un cine donde se estrene el pasado cuando te vuelves tabla, sólo el cinismo de las pelusas.
Sabes que ya no hay más tiempo, sexo, tinta, hijos, risa, cartas, envidia, programas, café... Y quieres un último pensamiento, uno, porque casi ya no eres. Buscas las palabras que te sanaron, las que más te hirieron (ninguna será mentira: ¿De qué serviría engañar a las pelusas?) Y ya está. Es la muerte la que pasa en un soplo, vivir es largo, como ese cordón umbilical que ahora se afloja y ya no tiembla, y reposa a tu lado dando tus mismas bocanadas, allí donde estaba el aire.
"De escritos claramente oscuros"
Julio Obeso González
 

ALREDEDOR DE LA MEDIA NOCHE Copyright © 2010 | Designed by: Compartidisimo