no el dolor la podredumbre
ni las noches ni el olvido
eran otras las rabias
..........................no la sangre los pedacitos
ni las cartas ni lo dicho:
lobos de ínfimas mandíbulas
..........................y qué -malditos míos-
decía este Ernesto menor
Ernesto de península
y cinco hijos sanos:
¿sabréis vivir
con lo que me enferma?
..........................miraba a su corazón
en fauces que huían
Julio Obeso González