domingo, 25 de octubre de 2009

El río de los amigos





En El río de los amigos —título también de un poema de Gamoneda—, un conjunto de escritores y críticos celebra la trascendencia de la obra de Antonio Gamoneda, así como el renovador sustrato que ésta aporta al panorama de las letras hispanas contemporáneas. Rafael Saravia ha reunido a un grupo privilegiado de lectores de la obra del Premio Cervantes leonés, cuyas contribuciones despliegan un diálogo creativo y reflexivo entre las señales impresas en los libros de Gamoneda y la impronta recibida de ellas por estos autores y amigos, procedentes de distintas generaciones.
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El río de los amigos es un libro colmado de poesía y meditación, que no solo ayuda a entender mejor la obra de Gamoneda y a rastrear su huella en la literatura contemporánea, sino que constituye, además, un sincero homenaje al maestro y a su palabra plena de dignidad, conciencia y libertad.
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Rafael Saravia es poeta, editor y fotógrafo. Fundador del Club Cultural Leteo y Ediciones Leteo. Ha publicado los libros de poemas Pequeñas conversaciones de rojo (2001), Desprovisto de esencias (2008) y Pequeñas conversaciones (2009). Ha sido incluido en las antologías Novilunio (1998), Petit Comité (2003) y Antología del beso, poesía última española (2009). Colabora regularmente con diversas publicaciones nacionales e internacionales, tanto en papel como en red.

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Colaboran:

Gonzalo Rojas • Pablo de la Varga • Diego Jesús Jiménez • Antonio Colinas • Fanny Rubio • María Nieves Alonso • Jaime Siles • Eduardo Milán • Ildefonso Rodríguez • Miguel Casado • Ángel Luis Prieto de Paula • Antonio Marín Albalate • Alexandra Domínguez • Tomás Sánchez Santiago • Juan Carlos Mestre • José María Parreño • Lawrence Breysse-Chanet • Pilar Blanco • Amalia Iglesias • Jorge Riechmann • Marifé Santiago Bolaños • Eduardo Moga • Eloísa Otero • Niall Binns • Cecilia Quílez • Guadalupe Grande • Antonio Méndez Rubio • María Ángeles Pérez López • Jordi Doce • Viktor Gómez • Lourdes de Abajo • Luis Luna • Ignacio Escuín • Rafael Saravia •
VV.AA
El río de los amigos.
Escritura y diálogo en torno a Gamoneda

Colección: Poesía, 98
Madrid, 2009. 180 páginas
ISBN: 978-84-8359-181-9
16,00 euros (con IVA)

Os dejo aquí la aportación de Cecilia Quiléz



SANGRE DE TU SANGRE

El mundo es grande. Dentro de una casa
no cabrá nunca. El mundo es grande.
Dentro de una casa -el mundo es grande-
no es bueno que haya tanto sufrimiento
Antonio Gamoneda, Blues de la casa



Ser como el vidrio
en los márgenes del agua,
no el rocío al polvo
fugaz del nomeolvides.
Hay partículas suspendidas
en los límites del abandono,
corres sobre el mármol
en los dedos.
La mutilación de la sangre
como prueba de vida.

he de acudir al comienzo,
a la inutilidad de la mudanza
en las pupilas infantiles.
Jugamos en el dormitorio prohibido.
Una mortaja pagana
resiste un credo agónico.
Recibimos el éxodo
sin dibujos animados. Ponen el duelo
sobre nuestras cabezas pintadas.
También jugamos a acusarnos:
El premio es un silencio.

No hay canción de cuna que me despierte.
Tampoco lloro. No sé llorar aún.
Las penas ancestrales
abrigan huidas clandestinas.
Pies diminutos exploran y esquivan
pájaros brotados de la tierra.
Pájaros que nacen entre mis pies
y desparecen y vuelven
con los picos dilatados y grotescos.

Ya sólo quedan corazas aladas
en la devastación de la memoria,
muescas en el abecedario del vacío.
Tengo presa la lengua
y un tizne de alquitrán en el rencor.
Aprendo a leer y me callo
la palabra justa.

Lo primero que recuerdo
es haber hablado a una sombra.

Mi sombra.
Cecilia Quiléz 
El río de los amigos
(Ed. Calambur, 2009
VV.AA.)



viernes, 2 de octubre de 2009

Reto


.................................................................Ben Tolman

¿Puedes?
No, no es ésa la postura.
Sentado en el suelo
cógete las rodillas,
evita que rechinen los dientes,
domina el temblor y dibuja
esferas a punto de quebrarse
-como Moebius-
Lame el caparazón lentísimo
de la tortuga amada.
Siéntete gelatina,
cartílago recuperado al océano,
y calla
-no te insinúes al vacío-
Atragántate de risa
donde la encuentres,
en el hijo, en la muerte,
en la fotocopiadora:
¡Ríe, maldita sea!
Por las cortinas de humo,
porque nadie debe saberte:
Tú no debes saberte.
¿Puedes?
Estás solo.
Más solo cuanto más por piedad
su boca se incline.

Julio Obeso González

domingo, 27 de septiembre de 2009

Clausura del curso contra la violencia de género en la Universidad de Oviedo.



El 24 de Julio, tuvo lugar en Avilés en el aula de servicios universitarios, la clausura del curso contra la violencia de género. Armando Vega, Daniel García de la Cuesta y yo, fuimos invitados por Mari Luz Carro, la directora del curso, para cerrar estas jornadas. Bajo el lema "El maltrato a escena" (Título de un libro de Marta Fernández Morales) quisimos aportar una visión crítica de la actual situación, basándonos en uno de los testigos más fieles de la salud moral de la sociedad: "La publicidad".
Este es el resultado.
Dependiendo de la conexión de internet que tengáis, pueden presentarse cortes al principio, pero después irá bien. La calidad de la imagen y el sonido es buena. Alguno de los anuncios no tienen la nitidez deseada, eso se debe a que al ser anuncios que fueron denunciados y, muchas veces, retirados, tuvimos que buscarlos por servidores que no mantienen la calidad apetecida.
Para ir a la página de la Universidad de Oviedo, haced clic sobre la foto.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Programa de radio "Mimos para el alma" Conversando con la poeta Sinda Miranda -26-08-2009

CORRE,CORRE, NIÑO DE ARENA -NUEVO LIBRO DEL POETA ANTONIO MARTINEZ I FERRER



Antonio Martínez I Ferrer, ha publicado recientemente su nuevo libro de poesía: "Corre, corre, niño de arena" Los interesados pueden adquirirlo en:Librería Primado, Avda Primado Reig 102. Valencia tel. 963616064:

libreprimado@hotmail.com

(También podéis pedir, si así lo deseáis, los poemarios El rumor del patio. El grito del oasis y Efectos secundarios)

Prólogo del poeta:
Antonio Orihuela.
Portada, escultura en arena del artista:
Jerónimo García Pardo
Ediciones de Baile del Sol:
Apartado de correos 133,
38280 Tegueste, (Tenerife)
http://www.bailedelsol.org/

Algunos poemas del libro

Estoy escuchando el grito
del silencio.
Reconozco
el acorde del llanto
que no duerme,
mientras la palabra del hombre
es aplastada
en un camino sin destino.

----------

Desde todas las distancias,
acuden pájaros
con hambre de sangre.
Las factorías del terror
no reposan.

----------

Por los jardines
de arena blanca
está peregrinando el grito…

----------

En el prado de los caídos
las doncellas de las aritméticas

no supieron distinguir
los huesos tiernos
del hijo,
o los cansados
del padre.

Todos estaban
envueltos por la misma piel
formando extrañas pinceladas rojas
entre los verdes, azules y ocres
del horizonte.

----------

El aire
escribe metáforas
para esconder el miedo.

----------

¡Malditas bombas liberadoras!

----------

Las voces de trueno
llenan de espanto
las noches del niño de arena.

¿Quién provocará la risa,
si el bazar de los sueños
ha sido saqueado?

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Corre, corre niño de arena
donde el invasor no te vea.

ANTONIO MARTINEZ I FERRER

martes, 25 de agosto de 2009

Debe de haber muertos



¿Qué banco gestiona la fortuna de la muerte? Los desaparecidos en el agua: ¿Son una partida imputable al gasto? ¿Qué ocurre con esa tierra que no ocupan. Alguien la declarará no urbanizable, no apta para la siembra, dos metros cuadrados eternamente estériles? ¿Serán los suicidas números rojos? ¿Contraen sus pulmones y desaparecen sin más? ¿Adónde llevan sus últimas voluntades? ¿No serán perseguidos por los de las chisteras, no tendrán que descolgar teléfonos ni mirar saldos o desear que se incendien los libros de las tiendas?
Si una bomba revienta a la hora en punto de algún paso, los trocitos esparcidos, la lengua y su cuajo: ¿De qué son extractos?
Aquellos apuntes dudosos: Un explorador perdido, el avión no hallado, el soldado sin nombre, los indios que no se llamaban “Toro Sentado”, el indigente al que ya no indagan, los que prefieren beberse el cáliz a encontrar el grial: ¿Qué ventanilla los atiende?
¿No tiene la muerte tetas enlutadas, como automáticos cajeros, para la interminable cola de mamíferos que alzan su llanto, en mitad de la noche?
¿Existen sucursales de guardia capaces de abonar un pagaré urgente, no sé, por ejemplo: Una puñalada? ¿Sufrirán atracos con cada nueva vida: Un bautizo a mano armada, un alunizaje de cuna, un túnel perfecto de incubadora? ¿Qué alarmas saltan, a quién avisan sus luces negras? ¿Es éste el resumen de lo que somos, muertos haber y muertos deuda?
Julio Obeso

sábado, 1 de agosto de 2009

No sabré decir tu nombre

Saber de ti me reventó el pecho

en melancolía

voz antigua

presencia antigua

que al modo de sí misma

jamás se fue.

¿Se puede explicar sin mentir

-sin mentir más-

la dirección de un silencio?

No hay mapas en la huida

ni en mí un hombre.

Cómo habré de llamarte

si tú distinta

si tú tan fiel

a la palabra dada.

Entre un piano y un saxo

se abrió una lengua

tierra de ocres

de trenes circulares

que han perdido su magia.

Podré temblar

mirar de reojo tus cartas

pero no sé

cómo decir tu nombre.


Julio




Imposible


amé a una mujer
que dormía en La Toscana
nos fugamos en tren
tenía unas rodillas preciosas
y otras articulaciones
que temblaban en pantalla
al sonar la música
(podría dibujaros su risa)
jamás me consideró una alternativa
nunca mintió sobre eso
era yo con mis fantasías
de lunas cuadradas
el que garabateaba en los portales
"lo nuestro"
llegué a quererla
hasta que el dolor me hizo
invisible o cobarde
abrí el olvido con más daño
la sigo a la distancia
en que se mide a las gacelas
y ella siempre regresa
cuando el otoño o las postales
aderezan con ocre
los campos de Italia

Julio

sábado, 18 de julio de 2009

Maravilloso corto de Tim Burton: Vincent Malloy

viernes, 17 de julio de 2009

TRILOGÍA DE LA ADMIRACIÓN POR LOS PÁJAROS (A Juan Carlos Herrera por lo de "Las Soler" y los pájaros)





-I-
Lo elegante es ganarse la vida.
Amo a las aves
que como albañiles
mueven las alas.
Planear, la aristocracia,
tienen más que ver
con el aire y la fortuna.

-II-
Baja el telón sobre las barcas.
Ni ellas se salvan de éste intuir la tierra.
La mar es el próximo metro
y detrás
la humedad dibuja con delicados óxidos
el boceto de un cormorán.


-III-
Cuando un gorrión se alimenta al paso
con breves dentelladas
a la carne insuficiente del aire,
no sabe o no quiere el vuelo de mañana.
Si en vuelo se desploma
ataviado con desbarajuste
tendrá al fin consciencia de su peso.
Confundido entre la hojarasca
o visible en el asfalto,
serán otros los de las cábalas.
Los pájaros ni mienten ni recuerdan
sus cosas suceden
por mor de un antiguo pálpito.

Julio Obeso González

lunes, 6 de julio de 2009

A Carlos Herrera (Hermano mío): Te sientan bien los años


Te sientan bien los años,
confabulador de trenes.
Tan lejos
que no podrías estar más cerca
ni más adentro.
Muy pocas veces te cambia un abrazo.
Ocurre cuando se trazan coordenadas
que el corazón
reconoce como suyas;
al levantar un puente
desde la carne más próxima.
La vida nos hace ermitaños,
cargadores de una casa sin puerta,
por eso la vejez nos tiñe de gris
el alma y el pecho.
A ti te sientan bien los años
y los colores, hermano mío.
Aquella mirada que nos hizo
distante la soledad y la amenaza,
cuenta hoy -mañana-
las velas que no se apagan.
-Felicidades-

Julio Obeso

viernes, 3 de julio de 2009

Los locos cocinan



Este mundo que traicionó
a los locos
dándoles título:
-Mecánicos de sombras-,
para alquilar sus bajos
o la densa realidad
que nos hunde,
hoy se desnuda de cancelas.
Como todo mundo histérico
los espabila y grita:
¡Ya sois libres!;
para que dóciles, dulcemente,
remuevan en sus paellas celestes
el arroz que tanto se parece
a la misericordia del Ganges
y los muslos de las aves,
que nunca supieron volar.

Julio Obeso González

miércoles, 17 de junio de 2009

Esto es así



O te aclimatas
o te aclimueres,
apenas queda tiempo.
Los bosques aprenden
a vivir de sus leyendas
y a caminar los peces.
Los hombres no,
se expanden
con esporas raquíticas,
con relojes aliados.
-Las bocas que mastican
en falso
jamás preguntan la hora-
O te aclimatas
o te aclimueres.
Así, hoy por hoy,
los suicidas
son los nuevos asesinos.

Julio Obeso González

jueves, 11 de junio de 2009

En tiempo libre



Ya probé a girar alrededor
de un fetiche.
Le di hermosos ojos
para que llorase su carne,
una espalda bella
capaz de soportar
mis inclinaciones.
Alternamos por las fantasías
de mujeres increibles,
altas, largas, caedizas,
que decían amarnos más allá
de nosotros mismos.
Me sentaba a entenderlas
mientras ellos corrían
por el parque
y nos retornaban en sus bocas:
Lencería, hipotecas,
cocodrilos de Egipto,
libros, ternuras nuevas.
Ya probé a cambiar
el centro de gravedad,
pero sólo conseguí ver,
muy de cerca,
hormigas que no me dicen nada.

Julio Obeso González

sábado, 23 de mayo de 2009

Del poemario "Noticias del tiempo"




El venerado TI- EM- PÓ
con peces luchadores en los ojos
y lotos en el pecho,
atravesó su vientre con la catana.
“No hay TI- EM- PÓ” –dijo-
yéndose con su sangre a la charca.






Aquel ciego se paró en los relieves.
Después dijo:
“Un reloj de sol es un objeto inútil”




A mis amigos:
Hablamos de ello
y en ocasiones lo celebramos.
Hubo tensión en la ruptura
aunque jamás sobró una copa.
¿Qué amaestraría ese tiempo?
Pienso en un ave milenaria,
aquella que no vuela
y se deja acariciar,
la que está siempre
al lado visible de las manos.

lunes, 4 de mayo de 2009

Julio Obeso de la Peña: Cuando el barro se hace mujer






-I-
Obedecen al amor tus manos,
qué difícil cálculo
esta geometría de agua y barro.
-II-
¿Eso somos, padre:
Necesitamos del artesano
para reconocernos?
-III-
Por ti sé que las mujeres
tienen brillos.
-IV-
¿Eso somos, padre:
Puntos luminosos
de una materia apagada?
-V-
La sensualidad de la piedra.
-VI-
¿Eso somos, padre:
El calor que nos construye
nos hace frágiles?
-VII-
Gira en el torno la vida.
Ninguna de las figuras
tienen nombre.
-VIII-
¿Eso somos, padre:
Anónimos visitantes
de la belleza?


Julio Obeso González

domingo, 26 de abril de 2009

Del poemario "Traspapelar la palabra"



¿Dónde queda mi mano
si te viola lo invisible?
Le llevaré una materia
de tibieza y piel,
algún señuelo que impida
el paso de la muerte
entre los dedos.
Se posará en ella
el pájaro que espanta
a la lluvia,
el del canto enloquecido,
el bebedor.
¿Cómo te llamo?
¿Responderás al antiguo
nombre de la vida?
Y: ¿Serás tú ?
Tendré que preguntar
por los pocos secretos,
aquellas palabras íntimas
que ahora
también conocerá la noche,
y no sabré si finge tu voz
alguna estrella.
Julio Obeso González

domingo, 29 de marzo de 2009

Credenciales



El buitre se espanta por el ruido de la cámara, sin llegar a perder de vista a la presa que madura rápidamente.
El animal está sin fuerza, con su mano de animal intenta un gesto pero no puede.
El fotógrafo piensa en el hallazgo como un golpe de fortuna.
El buitre también.
El animal no sabe distinguir esos signos, porque nunca tuvo. Espera del día una sombra amable.
El reportero está calculando la luz.
El buitre se la sabe de memoria. Los ciclos abren un surco en la presencia, un gen que se porta.
-“Si abriera un poco las alas…”-
-“Si abro un poco las alas…”-
-“Si abre las alas, vendrá”-
El animal aún respira. Su madre está veinte pasos más allá, a los mismos que el fotógrafo; a veinte saltos el buitre.
La escena dura lo suficiente como para que se cree una relación entre ellos. Un triángulo de afinidades.
La tierra suda, pero no interpreta un papel relevante.
El aire está de paso.
El animal está quieto por el hambre, sin solución, inmóvil. El buitre tiene hambre y quiere tomar medidas, se balancea. El fotógrafo siente vacío, busca un ángulo: “Si abriera las alas”.
Los tres en el mismo plano. Dos juegan sus bazas.
La foto será premiada.
El fotógrafo busca un paraje conocido. Se suicida.
El buitre muere dos años después.
Puede que el animal les regalase ese tiempo.

sábado, 21 de marzo de 2009

Simetría



Un niño.
Un niño que juega.
Un niño que juega a ser bombero.
Un niño que juega a ser bombero
y quema su alias: Es hombre.
Es hombre: Un niño que juega a ser bombero
y quema su alias.
Un niño que juega a ser bombero.
Un niño que juega.
Un niño.


Julio Obeso González

Adelgazar a un hombre



Las dos mitades de un hombre
qué espacios ocupan:
¿Uno alto en los cielos
y otro en la tierra,
siempre debajo de la tierra?
Cuánto más puede partirse:
¿En cuartos, en onzas,
en micras sólo patentes
a escala atómica?
¿Un doceavo de hombre
tendrá sueños enteros,
amará totalmente,
precisará dos metros cúbicos
de aire cada día?
Y al fin, rebajado a lo esencial,
cuando sea un hombre indivisible,
un concentrado único con trazas
de silencio, amor, lágrimas, ternura,
golpe, viaje, valentía, costumbre,
odio, consciencia, comprensión,
piel encendida;
al mirarse al espejo:
¿Se reconocerá sin lo que le sobra?
Julio Obeso González

martes, 10 de marzo de 2009

Latencia


No depende ni de ti ni de mi
aunque sería hermoso.
De momento estamos blindados
ante la culpa
porque evitar el amor
ha de ser delito,
pero aún no nos conocemos.
¿Cómo me imaginas?
Creo que tus límites alojan cada árbol
que un día me habló,
todas las noches que sonreí la piedad
de una tibieza dedicada,
aquellos colores indecibles
como la altísima melancolía
del deseo incumplido.
No es tuya ni mía la inconsciencia
de celebrar en secreto lo posible
y me hago transparente
y te haces líquida
en la fórmula pactada
de beber la misma agua.

Julio Obeso González

lunes, 9 de marzo de 2009

Ipso Facto


Miras en el espejo la cara que ya no es tuya y aún así, esperas que te hable. Ves un hambriento cordón umbilical convulsionando en el vacío, al modo de las serpientes heridas que buscan aire donde saben que lo hay, pero no está en esa hora. Te das de bruces con él y contra el suelo. Eres mármol mientras se extiende la tristeza de la carne muda y los labios toman la textura de las nueces.
El espejo ya no es relevante porque mira a la pared y tú a la alfombra, frente contra frente, intentando un imposible mentalismo. No hay un cine donde se estrene el pasado cuando te vuelves tabla, sólo el cinismo de las pelusas.
Sabes que ya no hay más tiempo, sexo, tinta, hijos, risa, cartas, envidia, programas, café... Y quieres un último pensamiento, uno, porque casi ya no eres. Buscas las palabras que te sanaron, las que más te hirieron (ninguna será mentira: ¿De qué serviría engañar a las pelusas?) Y ya está. Es la muerte la que pasa en un soplo, vivir es largo, como ese cordón umbilical que ahora se afloja y ya no tiembla, y reposa a tu lado dando tus mismas bocanadas, allí donde estaba el aire.
"De escritos claramente oscuros"
Julio Obeso González

viernes, 27 de febrero de 2009

Víktor Gómez Ferrer (Leer con ojos de poeta)


La complicidad que tengo con Viktor es larga y ya puedo decir que viene de lejos. Hoy publico aquí un comentario que hace en forma de poema ( cambiarlo a prosa es culpa mía), sobre la lectura de otro mío. Sólo agradecer y agradecer: ¿Qué otra cosa se puede hacer con Viktor?


Los vértigos de la sangre en la herida ensanchada, enrojecen la noche: Hervir para sanar, ¿es posible? huesos pulidos acallan al corte con la piedra de afilar, una vida que parece un bosque.Talar la noche, tallar la noche, tachar la noche y sin luz beber el oscuro día.
Acaso este tendón que cuelga escribe renglones de signos indescifrables. Pero hacer nudo con él,ahogar la imposibilidad del salto o la música, eso, amada, jamás.
Si he de morir, sea con un caudal de asedios y fracasos, sea, vida mía, perdiéndome entre tus muslos cerrados.


VIKTOR GÓMEZ FERRER

lunes, 23 de febrero de 2009

Manifiesto desenamorado



Ya no es ojo la añoranza que mira

ni temblor el zumo que te nombra.

Doy en vértigo porque despierto

azotado por la lluvia.

Si hubo calor, sorpresa,

un algo juntos, un poco nuestro,

el hacha terminal cosió la boca

(piel que te sobra

-odio mío-

en este desgaste atroz de la memoria)

Podría pasar de largo,

no llegar nunca sin un manojo

de lápidas;

decir, la ternura que te dobla

no son mis manos y otros son los labios,

pero me mata el ruido

(vengativas colmenas

zumban en el reloj)

Podría manejar a ciegas el laberinto

calcular el rostro

que tendrás al fin del siglo.

Es tan evidente nostalgia de ararte,

de hundir, fecundar:

¡oh, antiguas cosechas!

que proclamo inservible

cuanto nace en la sangre

y no cunde.

Julio Obeso González

martes, 20 de enero de 2009

Del libro "Apócrifo y además mentira"

Aunque antes del carpintero
y la alquimia

desiertos y ciudades lo sabían
y los profetas lo sabían,
dicen que escucharle
...................acompañar su sombra
era como grabar peces
en el nombre del padre.




Qué confianza en su vientre:¿Ni un asomo?
Peces y certeza, un buen principio




¿Jugamos a soplar tallas
a sanar pájaros?
¡Elígeme a mí
...........a mí!
Quiero estar a la diestra
en tu equipo de tabas.
"Tú sí, tu no..."
¿No, yo no?
¡Ya te cogeré en algún huerto!



¿Qué padre me atiende?
-Y ella-:
"De hombre a hombre
es un tema delicado"
-Y él-:
"Es el hijo y tiene hambre"
(Piensa en la suya propia,
en la mirada esquiva de la mujer
cuando Nazareth se vuelve
carne de palmera)
Le gustaría que aquellas manos bajasen
a curar el miedo
a espantar las pesadillas:
¡Las manos del padre!;
pero está llorando
repite sin sentido:
........................"Tapadera"



Cuéntame otra vez lo del arca, no llores.
Piensa en tus muebles:
¡Qué milagro!
¿Cuánta carne mía se precisa
para una última cena?
Tú, con una mesa...



Bajo el sueño
el párpado del asesino
se cierra natural,
como un día terminado.
Plenilunio que resalta
el surco abierto a cuchillo.
¡Cae ahora,
interesa su aliento!
Nos sobran cosechas de muerte,
rebosa el silo.
¿Él sí y yo no?



Si creer aumenta el riesgo
y el gallo precipita su anuncio,
la soledad cenará árboles desnudos.
¿De dónde nace este miedo
a la madera?
Responde el eco.
La muerte es una pantalla.
¿Suficientes prodigios?
¿Hasta dónde pagas tú
el viaje?
¿No habrás sobrevalorado
la silla de tu diestra?
Él, vendía sus muebles sin usura.

Julio Obeso González

domingo, 18 de enero de 2009

ANTONIO MARTÍNEZ I FERRER (EFECTOS SECUNDARIOS)





Os dejo aquí referencia de este poemario del muy querido Antonio Martínez I Ferrer. Cuando tuve la fortuna de conocerle en Alzira, no hizo falta más que su abrazo para sentirme parte de su fantástica historia. Su hospitalidad se basa en un verbo prácticamente obsoleto: "compartir"; y así fue en la magia de aquel día con Antonio Gamoneda y su mujer, Viktor Gómez Ferrer, Laura Giordiani, Arturo Borra, los hijos de Antonio y su mujer, en el marco onírico de su casa “gaudiana”, levantada por él a mano, soñada y acabada con la rara fortaleza de quien tiene un sueño.

Aprendí a quererle en sus detalles, en ese estar tan lejos y tan próximo, en sus fantásticas cartas, en su voz al teléfono que trae calor y sentimiento. Nada a Antonio le es ajeno. Su vida daría para escribir varios libros. Desde el exilio y el daño, desde el amor y su contrario, su obra profundamente humana y por lo tanto, social, comprende un extenso paisaje en el que no tiene cabida el pusilánime, lo ambiguo. Se posiciona frontalmente contra la guerra y sus horrores, contra la desigualdad y quienes la fomentan en propio beneficio, contra el hombre que es lobo para el hombre.
En su poesía hay imágenes que a nadie puede dejar indiferente, palabras sencillas que se compactan y se hacen muro, imposible de franquear por la intolerancia, la injusticia; una de las obras más sinceras que he podido leer porque su vida respalda la voz que eleva.
A continuación la nota editorial de este poemario:
Efectos secundarios, del poeta Valenciano Antonio Martínez i Ferrer es el primer libro editado por la editorial portuguesa Canto Escuro en idioma extranjero.

La edición en bilingüe traducida por V.V., comienza con un prólogo del poeta español Antonio Crespo Massieu. En la portada puede verse el grabado “Viejo sentado en un columpio” del genial pintor Francisco de Goya.

Este poemario es un relato de la experiencia del autor, en el tratamiento del Interferón contra la Hepatitis C.

Parte de los ingresos revertirán en la Asociación Sos Hepatites de Portugal.

Canto Escuro

miércoles, 7 de enero de 2009

Leonardo: La Carrera Del Artista




-I-
el autorretrato suele ser mentira
¿quién no sueña?
podría dibujar un unicornio exacto
o aquel puerto con sus barcos
y sus virutas de barcos
¿de qué color son mis ojos?
no pinto bocas mías
¿proporción o perspectiva en mí?

-II-
Leonardo hablaba con pinceles de su invención
razonando la conveniencia o no de aquella luz
“es para la tristeza” –explica a un pigmento amarillo-
mientras sus cabellos rozan la frente anochecida de Florencia.

Julio Obeso González

martes, 6 de enero de 2009

Tres tristes tigres










...................-I-
las enfermeras palidecen con el tiempo
el látex no protege de la ruina
es perverso respirar escombreras





..................-II-
llegar a ser viejo
lejos de ser una afición
me enfría
................




.-III-
de todas las aves - la tristeza -
es la que más tarde vuela
¿ves ahora mi empeño
el por qué de esta sombra lenta?








Julio Obeso González

pequeña hora



desde este lado de la mañana
las flores caníbales terminan su festín
un viejo se adentra en tus muslos
y sé fresca la boca que entretengo
con mi lengua de decir “constancia”
el placer practica
en sexos de cóncava simetría
pétalos que se cierran
(no saben que la oscuridad
es otra forma de mencionar la luz)

Julio Obeso González
 

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