martes, 20 de enero de 2009

Del libro "Apócrifo y además mentira"

Aunque antes del carpintero
y la alquimia

desiertos y ciudades lo sabían
y los profetas lo sabían,
dicen que escucharle
...................acompañar su sombra
era como grabar peces
en el nombre del padre.




Qué confianza en su vientre:¿Ni un asomo?
Peces y certeza, un buen principio




¿Jugamos a soplar tallas
a sanar pájaros?
¡Elígeme a mí
...........a mí!
Quiero estar a la diestra
en tu equipo de tabas.
"Tú sí, tu no..."
¿No, yo no?
¡Ya te cogeré en algún huerto!



¿Qué padre me atiende?
-Y ella-:
"De hombre a hombre
es un tema delicado"
-Y él-:
"Es el hijo y tiene hambre"
(Piensa en la suya propia,
en la mirada esquiva de la mujer
cuando Nazareth se vuelve
carne de palmera)
Le gustaría que aquellas manos bajasen
a curar el miedo
a espantar las pesadillas:
¡Las manos del padre!;
pero está llorando
repite sin sentido:
........................"Tapadera"



Cuéntame otra vez lo del arca, no llores.
Piensa en tus muebles:
¡Qué milagro!
¿Cuánta carne mía se precisa
para una última cena?
Tú, con una mesa...



Bajo el sueño
el párpado del asesino
se cierra natural,
como un día terminado.
Plenilunio que resalta
el surco abierto a cuchillo.
¡Cae ahora,
interesa su aliento!
Nos sobran cosechas de muerte,
rebosa el silo.
¿Él sí y yo no?



Si creer aumenta el riesgo
y el gallo precipita su anuncio,
la soledad cenará árboles desnudos.
¿De dónde nace este miedo
a la madera?
Responde el eco.
La muerte es una pantalla.
¿Suficientes prodigios?
¿Hasta dónde pagas tú
el viaje?
¿No habrás sobrevalorado
la silla de tu diestra?
Él, vendía sus muebles sin usura.

Julio Obeso González

domingo, 18 de enero de 2009

ANTONIO MARTÍNEZ I FERRER (EFECTOS SECUNDARIOS)





Os dejo aquí referencia de este poemario del muy querido Antonio Martínez I Ferrer. Cuando tuve la fortuna de conocerle en Alzira, no hizo falta más que su abrazo para sentirme parte de su fantástica historia. Su hospitalidad se basa en un verbo prácticamente obsoleto: "compartir"; y así fue en la magia de aquel día con Antonio Gamoneda y su mujer, Viktor Gómez Ferrer, Laura Giordiani, Arturo Borra, los hijos de Antonio y su mujer, en el marco onírico de su casa “gaudiana”, levantada por él a mano, soñada y acabada con la rara fortaleza de quien tiene un sueño.

Aprendí a quererle en sus detalles, en ese estar tan lejos y tan próximo, en sus fantásticas cartas, en su voz al teléfono que trae calor y sentimiento. Nada a Antonio le es ajeno. Su vida daría para escribir varios libros. Desde el exilio y el daño, desde el amor y su contrario, su obra profundamente humana y por lo tanto, social, comprende un extenso paisaje en el que no tiene cabida el pusilánime, lo ambiguo. Se posiciona frontalmente contra la guerra y sus horrores, contra la desigualdad y quienes la fomentan en propio beneficio, contra el hombre que es lobo para el hombre.
En su poesía hay imágenes que a nadie puede dejar indiferente, palabras sencillas que se compactan y se hacen muro, imposible de franquear por la intolerancia, la injusticia; una de las obras más sinceras que he podido leer porque su vida respalda la voz que eleva.
A continuación la nota editorial de este poemario:
Efectos secundarios, del poeta Valenciano Antonio Martínez i Ferrer es el primer libro editado por la editorial portuguesa Canto Escuro en idioma extranjero.

La edición en bilingüe traducida por V.V., comienza con un prólogo del poeta español Antonio Crespo Massieu. En la portada puede verse el grabado “Viejo sentado en un columpio” del genial pintor Francisco de Goya.

Este poemario es un relato de la experiencia del autor, en el tratamiento del Interferón contra la Hepatitis C.

Parte de los ingresos revertirán en la Asociación Sos Hepatites de Portugal.

Canto Escuro

miércoles, 7 de enero de 2009

Leonardo: La Carrera Del Artista




-I-
el autorretrato suele ser mentira
¿quién no sueña?
podría dibujar un unicornio exacto
o aquel puerto con sus barcos
y sus virutas de barcos
¿de qué color son mis ojos?
no pinto bocas mías
¿proporción o perspectiva en mí?

-II-
Leonardo hablaba con pinceles de su invención
razonando la conveniencia o no de aquella luz
“es para la tristeza” –explica a un pigmento amarillo-
mientras sus cabellos rozan la frente anochecida de Florencia.

Julio Obeso González

martes, 6 de enero de 2009

Tres tristes tigres










...................-I-
las enfermeras palidecen con el tiempo
el látex no protege de la ruina
es perverso respirar escombreras





..................-II-
llegar a ser viejo
lejos de ser una afición
me enfría
................




.-III-
de todas las aves - la tristeza -
es la que más tarde vuela
¿ves ahora mi empeño
el por qué de esta sombra lenta?








Julio Obeso González

pequeña hora



desde este lado de la mañana
las flores caníbales terminan su festín
un viejo se adentra en tus muslos
y sé fresca la boca que entretengo
con mi lengua de decir “constancia”
el placer practica
en sexos de cóncava simetría
pétalos que se cierran
(no saben que la oscuridad
es otra forma de mencionar la luz)

Julio Obeso González
 

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