.................................................................Ben Tolman
¿Puedes?
No, no es ésa la postura.
Sentado en el suelo
cógete las rodillas,
evita que rechinen los dientes,
domina el temblor y dibuja
esferas a punto de quebrarse
-como Moebius-
Lame el caparazón lentísimo
de la tortuga amada.
Siéntete gelatina,
cartílago recuperado al océano,
y calla
-no te insinúes al vacío-
Atragántate de risa
donde la encuentres,
en el hijo, en la muerte,
en la fotocopiadora:
¡Ríe, maldita sea!
Por las cortinas de humo,
porque nadie debe saberte:
Tú no debes saberte.
¿Puedes?
Estás solo.
Más solo cuanto más por piedad
su boca se incline.
Julio Obeso González
8 comentarios:
Julio:
Un poema como éste, tiene irremediablemente que ir acompañado de una ilustración de Ben Tolman,¡todo un descubrimiento para hoy!. ¿Sabes que tiene un blog?, lo incluí al mío, en "blogs de pintura", es fantástico, tu poema, descomunal.
Este poema es lo primero que he visto de tu blog. Me ha recibido para, el muy sinvergüenza, dejarme con los ojos muy abiertos y con el alma tiritando. Seguiré porque estas cosas, como otras que sí son perniciosas, crean adiccion.
Un beso.
Gracias Anita. No sabía lo del blog, pero ya utilicé imágenes de Ben Tolman en alguna presentación, me encanta. Pronto habrá novedades en este blog, llamado a desaparecer porque soy incapaz de arreglar que mis entradas se actualicen. Si te fijas en tu blog, mi última entrada es de hace cinco semanas "Debe haber muertos" y este último poema, por ejemplo, no queda reflejado. Estoy abriendo otro con un sistema novedoso, cuando consiga pasar las entradas de este al nuevo, haré una entrada con el link y también os la pasaré por correo, ye un trabajo de chinos.
Un beso fuerte de miércoles.
Julio
Gracias Noe. Es un poema duro, lo sé, pero es que la vida tampoco es fácil y la soledad muy perra; mantener la dignidad ante ella, nos exige un plus de valor, una vuelta de tuerca más que a menudo, nos vemos incapaces de dar.
Así que cierra los ojitos y acerca el alma al radiador. Un abrazo de los fuertes y este beso de miércoles.
Julio
Querido Julio, la elocuencia y la sensibilidad de tus versos solo son comparables con tu inagotable capacidad para los afectos. Como tu, concluyo en los vértices finales del laberinto. ¡PUEDES!. Antonio.
Sólo aquél que ha sentido el dolor y la soledad hasta los huesos es capaz de escribir y definir algo así a través de extraordinarios versos.
Mis respetos.
La soledad es dura, pero cuando viene acompañada de otras amistades pesarosas, la soledad puede convertirse en un mal menor.
En tu poema, se palpa la dolencia ante la soledad, se respira la rebeldia del solitario. Quizás esto de internet hasta sirva para combatirla. Ya se que mal de muchos...pero aqui te transcribo un poema que me ha inspirado el tuyo. Esperemos, que al menos ellos, se hagan compañia
SOLEDAD
No tengo nada que escribir.
El dolor es un animal que vive agazapado
y ocupa toda la casa.
El mar se ha cansado de esperarme.
Un vendaval se ha llevado
el nácar y la espuma de los esteros.
Tristeza y desamparo,
presencias inútiles para combatir la soledad,
la devastación del alma.
La escritura está ebria de silencio.
Solo llueve quedamente,
mientras vuela una gaviota sola
En la vastedad de la bahía.
Un saludo.
Sobre todo, no te insinúes al vacío. Allí acabará la dignidad.
Ríe, ríe a carcajadas, que nadie se entere lo que esconde el caparazón. Vivo y contento. Pero no te regales al vacío. Cabeza alta y dientes.
Besitos.
Enorme poema, como tú, mi querido compiamigo.
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