domingo, 13 de julio de 2008

el naufragio



enfocó el amor y vio sus pechos
se le ponían bizcas las manos
como inclinadas o tercas
y les decía: templadas volutas
tetas pesebres o manantiales
..........................................................
al amanecer en múltiplo de dos
supo cuánto la amaba
porque veía en ellas caracolas
y creía escuchar el vaivén
los relinchos de caballitos nata
...........................................................
escribió un mensaje su deseo naufrago:
"nunca vengan a buscarme"
y aún la abrazó con más fuerza

Julio Obeso González

6 comentarios:

Anónimo dijo...

A ver si he entendido bien... El náufrago no quiere que lo rescaten, porque le interesa seguir abrazado a su particular "salvavidas" ...

Curioso. Me gusta

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Orden y claridad:

así abaja la poesía al pálpito
-como no queriendo ser segunda
piel ni roce, solo esa luz morosa
en la lechosa ondulación de la belleza y el don-
así encuentra su voz tu mano
en la noria de tu éxtasis



Tu Víktor

Ana María Espinosa dijo...

El amor nos pone bizcos,
nos hace naufragar, volar
muy alto, caer, nos alimenta
a su paso, la soledad nos
desnutre pero a la vez
nos da una tregua.

Julio Obeso González dijo...

je,je... Interesante lectura, Mónica, la tendré en cuenta. ¡Ayssssss, el subsconciente es la hostia!
Un beso.
Julio

Julio Obeso González dijo...

Viktorius Tremebundus; siempre pensé que tus comentarios son en sí auténticas manifestaciones artísticas. Éste sin duda. Un abrazote compi, nos volvemos a ver en ná. La "banda del quejigo" cabalga de nuevo.
Besos
Julio

Julio Obeso González dijo...

"El amor te hace linda" cantaba Nicola Di Bari: http://es.youtube.com/watch?v=o-UTuVcXaws
Es cierto. Como también lo es que la soledad nos concede un tiempo, una voz que dice: "Aprende a quererte un poco, animal"
Agosto:¡Qué ganas te tengo!
Besitos miles jerezana.
Julio

 

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