si un poco de comida
le llegase al hambre
unos mendrugos que dieran
mínimas volcánicas o fuerza
para hablar/ maldecir/ tejer una queja
(su voz un horno de lunes)
con el vientre de hambre contraído
no perdería tiempo en adivinar nombres
en culpar a la historia empecinada
pan para reclamar pan
ésa es la médula de la miseria
un bucle de brazos ocupados
y poca voz que alzar
Julio Obeso González
3 comentarios:
Cuanta razón Julio, cuanta razón bonito poema
¿Serán mendrugos las palabras, Julio?. ¿Quizá tejeremos con ellas
una red?.
Demasiado bien plasmado...te felicito poeta...
Un abrazo sincero
LIBELULA VIVIENTE
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