con las manos húmedas
de sexar estrellas
girando con voracidad de lazo
excita las voces tras las pancartas
suben dos tonos
y las palmas arden
y los primeros contenedores arden
se desmayan con lluvia millar los cristales
como un frío incapaz de sostenerse
el poeta
la voz del poeta eleva las llamas
crepitan
y los tenientes preguntan arqueando las cejas
y los capitanes responden hombros arriba
y los ministros buscan por el pánico
urgentes condecoraciones
una estrella macho sería un astro ¿no?
¿qué dice éste?
Julio Obeso González
3 comentarios:
Me pone la sangre ardiendiendo y los ojos desorbitados, me abaja la luna tanto que puedo en sus blancas arenas tumbar mi entusiasmo, eso hace tu poesía, eso y exigirme oír tu voz y caminar tus encablagamientos y deslizarme por las metáforas.
Si fuera posible,
antes de mayo.
Tu Viktor
Después de las de imágenes y situaciones dispares, tragi-cómicas a la que nos llevas, la verdad es que este poema es de los que me gustaría a mí saber el cómo y por qué surgió.
De todas formas me puedo imaginar muchas cosas. Una de ellas
que hay tontos muy tontos,
pasando por listos, que además
se creen que mandan sobre
otros tontos que no lo son tanto,
pero pobres tontos ¿no?.
A ls par el poema de Julius y la relectura de Ana Mª.
Envidia me dais, canallas-
Viktor
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