herida por el labio volcánico de la navaja
Agustina muere y le nacen del costado charcos
flores y palabras que silban los pulmones
no es una Agustina del todo
se parece más a un olvido terminal
que a una irrevocable nada
pero sangra leucocitos derrotados
glóbulos blanquísimos y otros pétalos
sobre una carta sin mensaje
¿no se le va la vida?
¡a borbotones desde adentro!
"sin palabras" repiten sus sienes
y todo queda dicho
con el penúltimo latido se mueve
con tinta carmesí decora sus pechos
dibuja un sol alrededor del ombligo
y fuerza la primavera
¿es una Agustina bajo el sol?
¿suficiente esa tibieza?
sí, quizá sólo hasta el próximo amor
o junio
Julio Obeso González
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