Sobre la desilusión casi todo está escrito. Quizá quede algún ángulo como el otro lado del nacer o aquella esquina tiznada que el fuego no quiso. Por añadir algo, la respuesta de los sueños heridos: ¡Sshh... Ya pasó!
Con cuánta delicadeza rozas el alma ajena, sin querer, al errar de tu corazón nómada más allá de Babia, donde el mar abre su puerta azul patinir para los argonautas.
Con cuánta sensible justeza el poema envuelve, protege, cubre la herida que produce tu penar en el corazón ajeno, que tan a tu pesar está conmovido y errabundo en la bruma de tu soledad...
Son estas horas, cuando las cosas de la vida ya están hechas o aparcadas, las del encuentro. Una lectura, un piano, la imagen deseada, un sueño sin laberintos. Alrededor de la media noche, Thelonious Monk lo intuyó, somos seres auténticos, sin guardia. Baja una niebla lechosa y el aullido voltea el tiempo: Llega la noche..
1 comentarios:
Con cuánta delicadeza rozas el alma ajena, sin querer, al errar de tu corazón nómada más allá de Babia, donde el mar abre su puerta azul patinir para los argonautas.
Con cuánta sensible justeza el poema envuelve, protege, cubre la herida
que produce tu penar en el corazón ajeno, que tan a tu pesar está conmovido y errabundo en la bruma de tu soledad...
Con cuánta bondad mandas callar.
Tu Victor
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