
Hoy no tengo nada mejor que hacer,
viajo al Caribe.
Ya llegué. Directo a las palmeras,
diademas vegetales, baratijas exóticas.
Pero ellas apenas sin caderas,
desbordan cintura.
Me incomodo y pido un coco.
Qué paisaje tan distinto al de ayer.
Era Holanda un rumor de molinos,
Francia olía a café.
Berlín, querida Berlín, crujiente
como una ensalada de col.
Ni luz ni calles.
regreso. Directo a casa.
Ahora mar, cien láminas y algunas palabras.
Siempre me llevo voces como recuerdo.
Julio Obeso González
1 comentarios:
La próxima vez, no te lleves los recuerdos. Saca un billete para mi.
Me voy contigo.
Tu Caaalo
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