Son estas horas, cuando las cosas de la vida ya están hechas o aparcadas, las del encuentro. Una lectura, un piano, la imagen deseada, un sueño sin laberintos. Alrededor de la media noche, Thelonious Monk lo intuyó, somos seres auténticos, sin guardia. Baja una niebla lechosa y el aullido voltea el tiempo: Llega la noche..
3 comentarios:
Esencialidad. Belleza y misterio.
Un abrazo
Tu Viktor
¡Qué fenomenal! pues sí que son parlanchines los pájaros por las mañanas, el más madrugador:
el rui-señor y er Gon-zalito.
Tengamos buenas noches.
Pues sí, deberíamos hablar más también nosotros.
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