antes era en la voz o en las corvas
de los pájaros
una mano interrogando a la madera
a mitad de la noche
o aquella ventana de vigilar
el camino de regreso
raramente hoy
los vecinos se despiertan
y es impensable un ave orientada
por ciudades que desayunan vértigo
sólo algunas variables de la muerte
dejan sin sueños al sueño
ya no quedan buenas malas noticias
sabidas por la casualidad de remotos viajeros
encrucijadas y coincidencias
por eso los artistas improvisan:
la inspiración continua asida
a las antojanas
no conozco poeta
que haya escrito algo recordable
sobre los emails o el bluetooth
Julio Obeso González
4 comentarios:
genial.
creo que si encuentro el tino
pondré algún poema a secar
en el
cristal
de tu ventana.
Como un post amarillo:
"Aquí unas palabras emigrantes quieren
decir de su color
y de su textura.
Sin remordimiento,
con conciencia de
tinta china en papel
carbón."
Tu Víktor
Sería un verdadero honor para mí.
Me encanta eso del posit, no se me había ocurrido (¿Funcionará en la ventana de la Carla Bruni?)
Las tuyas no son palabras emigrantes, más bien de casa, de hermano. Gracias Viktorius. Un beset.
Julio
Sin duda Hugo el honor es mío. No sabes lo que estoy disfrutando con tu historia de la Candy, el Toyota y demás. Novela negra pero con un sentido del humor inteligente que me atrapa. ¿Has leído a Stuart Kaminsky? Pues tu estilo en cierto modo me lo recuerda.
Un placer saberme en tu espacio y tenerte aquí.
Un abrazo.
Julio
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