
En la presencia inequívoca del dolor
medra la extravagancia de la muerte.
Si fuera dulce –un orgasmo-
o el suicidio, un acto recurrente
de onanismo,
lo promiscuo sería desear
el frío cadáver del enemigo.
(Cómplices guiños entre los que firman
voto de castidad y viven)
Así mi sequía, compañeros.
Pensarme voluta, epicúreo,
mundano, regalado, sibarita,
respiración al limite y fulgor.
Buena vida os deseo.
Julio Obeso González
1 comentarios:
Porque es el gris anillo
del cigarro
un instante perfecto.
Y antes y después
el movimiento abstracto
de un deseo.
Tu Viktor
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