Son estas horas, cuando las cosas de la vida ya están hechas o aparcadas, las del encuentro. Una lectura, un piano, la imagen deseada, un sueño sin laberintos. Alrededor de la media noche, Thelonious Monk lo intuyó, somos seres auténticos, sin guardia. Baja una niebla lechosa y el aullido voltea el tiempo: Llega la noche..
3 comentarios:
Julius, muy bueno. Eso pinta muy interesante.
Ya nos contarás.
Un abrazote,
Tu Viktor
Pues yo me hago el hara-kiri con un avión de papel en el que escribo: voy volando, allí estaré.
¿CÓMO FUE?
Cuéntanos, compa.
¿ya no virgan las virgenes, ya no obispan nos obispos...?
Un abrazote
Viktor
Publicar un comentario