Urdida la debacle en la tormenta,
el resto de desnudo que quedaba
yace al pie del último crepúsculo.
Canción extinta de un pentagrama triste
en el que el cansancio, certifica las fracturas.
Consumó el uranio su alma radiactiva
flotando en el ambiente ceremonias de desguace,
donde la estética acuñada en los spots,
se viste de fantasma
cual ropa interior del esqueleto.....
Si acacias fueran,
plegarias elegidas en la repoblación de los suspiros,
simularía la noche, profundidad ilimitada,
inalcanzable al más moderno telescopio........
Mas, desnutrida está la calle pronunciada
en la convención del mapa primigenio.
Y no es letargo, sino muerte,
el peldaño que induce erial en cualquier quicio.
Disminuye la ansiedad, cuando acampa el Alzheimer,
borrosa la silueta de una sílaba.
Pilar Iglesias
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